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Los bebés de cuatro meses ya pueden incorporarse a nuestros grupos de juego con mamá, papá o un adulto de su confianza. A esa edad se sientan con la ayuda de un mayor, comienzan a involucrarse con los juegos del grupo y a comprender significados de palabras o frases.
Pueden hacerlo, si lo desean sus padres, porque según la investigadora Patricia Khul, ya a los dos meses de vida los bebés distinguen los fonemas de dos idiomas diferentes. A medida que van transcurriendo los meses, esta capacidad se va perdiendo y les cuesta mucho más adquirir la pronunciación de una nueva lengua. Por eso, muchos padres inscriben a sus bebés antes de los cuatro meses para que sean expuestos a nuestro material de audio lo antes posible.
Cuanto antes comiencen mejor, ya que los bebés pueden incorporar cualquier idioma extranjero naturalmente al mismo tiempo que su lengua materna. Como dicen los investigadores, es difícil aprender una lengua extranjera después de la primera y es fácil aprender una segunda lengua junto con la primera.
Porque durante el primer año de vida se forma el mapa neurológico auditivo del bebé. Por eso si un bebé nace con limitaciones en la audición y ésta no es atendida dentro del primer año, tendrá de por vida limitaciones en su producción oral. O sea, que es en el primer año de vida cuando se graban en el cerebro del bebé con total naturalidad, los sonidos de los idiomas al que está expuesto.
El bebé tiene la capacidad natural de aprender simultáneamente más de un idioma sin confundirlos. Se ha demostrado que la exposición temprana a dos lenguas ayuda al bebé a formar un cerebro bilingüe que registra separadamente las formas de los idiomas que aprende. El bebé expuesto a una sola lengua, en cambio, arma un cerebro monolingüe. Esta es la razón por la que un niño hispanohablante que aprende inglés confunde las estructuras de este idioma con las del español y le resulta tan difícil “pensar” en inglés.
La metodología ALL English for babies® respeta los tiempos de maduración del bebé. Generalmente comienza con las primeras palabras después del primer año y las primeras frases después de su segundo cumpleaños. Es importante que los padres respeten el ritmo único de aprendizaje de su bebé y que no lo presionen para que diga palabras o frases sin que él lo desee. La paciencia de los padres será premiada, porque cuando comiencen a hablar descubrirán que producen palabras de ambos idiomas. Desde ya, la lengua materna será la que el bebé preferirá usar por sobre el inglés.
Durante el primer año de vida el bebé internaliza los sonidos del idioma inglés. Hasta los tres años puede aprender con toda facilidad y naturalmente todas las estructuras gramaticales. En la adolescencia podrá producir el idioma espontáneamente, sin necesidad de recurrir a un análisis de las reglas, como deben hacerlo quienes lo aprendieron mas tarde en la vida. O sea, que los resultados definitivos se perciben a largo plazo.
La clase es un encuentro lúdico de juegos basados en diálogos, canciones, rimas, poesías, teatro de títeres y cuentos. El docente entrenado por ALL guía estas actividades en la que el padre es invitado a participar activamente. El contenido lingüístico de las clases es el mismo que está grabado en el material de audio que recibe con la inscripción y que el niño escucha a diario en casa.
El bebé, después de un año de haber ingresado al programa comprende a un adulto que se dirija a él en inglés mientras use vocabulario relacionado con la experiencia infantil. Su producción sorprende por ser fonológicamente similar a la de los anglo-hablantes nativos, esto es debido a la escucha de nuestro material de audio desde los primeros meses de vida. Cuando comienza a hablar su lengua materna también comienza a producir sus primeras palabras en inglés.
Si el bebé, una vez niño, continúa tomando clases de inglés, irá incorporando vocabulario nuevo y con la base de las estructuras gramaticales que ya incorporó de bebé y que sigue ejercitando, se “adueñará” definitivamente del idioma y llegará a “pensar” en inglés cuando quiera hacerlo.
Si el bebé, cuando niño, abandonara las clases y las retomara a la edad adulta, este nuevo aprendizaje será más ágil y veloz puesto que de adulto, “recordará” lo que aprendió de bebé.
ALL English for babies® observó la capacidad multilingüe de los bebés que viven en la comunidad internacional de Findhorn en Escocia. En la actualidad ya contamos con datos de la experiencia de bebés que en Argentina, Brasil, Méjico y España participaron del programa ALL English for babies®.
Un niño mayor aprende conceptos gramaticales y vocabulario más rápidamente que un bebé. Un adulto lo hace aún más rápidamente. Sin embargo cuanto antes se comience a aprender una segunda lengua se logra mejor calidad, es decir, mejor pronunciación y más espontaneidad en la producción que si se hubiese comenzado a aprender con más edad.
El programa completo de ALL English for babies® consta de tres niveles de siete a diez meses de duración cada uno. El curso puede comenzar en cualquier momento del año calendario. Se espera que durante los meses de recesión del curso, el bebé siga escuchando el material de audio del programa aunque no concurra a clase.
Los encuentros para bebés tienen una duración de solamente 45 minutos, una vez por semana. Esta duración es suficiente para que el bebé comprenda el significado del material de audio que ALL English for babies® entrega con la inscripción y que el bebé escucha en casa. Esta escucha es de unos veinte minutos una o dos veces al día mientras juega, lo bañan, lo visten o lo alimentan.
Es suficiente porque las clases están abocadas a brindar una comunidad afectiva anglohablante que ayuda al bebé a comprender el significado del contenido del material de audio. En casa, en cambio, la cantidad es muy importante, porque a través de la repetición que ofrece la escucha diaria del material de audio, el bebé graba la forma del idioma, o sea su estructura gramatical y su pronunciación.
Los tres niveles que componen el programa ALL English for babies® -Nests, Clouds y Dreams- introducen al bebé a la totalidad del sistema fonológico y gramatical del idioma inglés. La internalización de estos sistemas se comprueba al tiempo cuando el bebé, ya de niño o de adolescente, necesite comunicarse en inglés. Esta condición requiere paciencia y confianza de parte de los padres y maestros.
En casa recomendamos que la escucha del disco compacto correspondiente al nivel en curso (Nests, Clouds, o Dreams) sea en presencia de algún ser querido, ya que es importante que este se involucre en este proyecto para que el anclaje afectivo del bebé con el aprendizaje del idioma sea exitoso. Los padres deben ser pacientes y respetuosos de los tiempos de aprendizaje del bebé. Jamás deben insistir en que el bebé demuestre lo que sabe delante de ellos u otras personas.
Los padres pueden desconocer el idioma totalmente y aún así pueden colaborar con el proceso dándoles contención durante la clase y o sólo expresando aprobación por el entusiasmo que el bebé demuestra al escuchar el disco compacto.
Los grupos de un encuentro semanal se forman con un máximo de 10 bebés. En un jardín de infancia, estando los padres ausentes, y si el grupo fuera de más de 10 bebés, se agrega un segundo estímulo semanal. Si los bebés fueran menores de 18 meses o el grupo se formara con bebés de distintas edades, se deberá tener en cuenta que se necesita un ayudante del docente al menos cada cuatro bebés.